Personas que nunca tienen exito


Personas que nunca tienen éxito

Personas que nunca tienen exito
Personas que nunca tienen exito

Personas que nunca tienen éxito

Stephen King, una figura emblemática entre los escritores, acuñó la frase «Debes matar lo que más amas». Lo que esta máxima sugiere es que durante la edición, no importa cuánto te agrade un párrafo, frase o idea, si no contribuye al avance de la narrativa, deberás suprimirla.

En una sociedad que constantemente indaga «¿qué más puedo hacer para tener éxito?», aquellos que deciden dar media vuelta y marchar en la dirección contraria son los que suelen triunfar.

Lo que distinguirá a una persona promedio de otra que, con tenacidad y resolución, logra sus objetivos, es la capacidad de preguntarse con precisión y convicción: «¿Qué necesito eliminar de mi vida?».

Si deseas progresar, este es el exceso, la obstrucción o el obstáculo que deberás descartar.

  1. PROCRASTINACIÓN: Es una práctica habitual posponer hasta mañana lo que se puede realizar hoy, y aún más común es aplazar para más tarde lo que se podría hacer en este instante. Descansar no es lo mismo que procrastinar. No hay que confundir el descanso legítimo con la dilación innecesaria.

Si te sorprendes constantemente posponiendo tareas importantes sin un motivo claro, es momento de detenerte, evaluar cuán genuino es tu deseo, por lo que anhelas y tal vez modificar tu plan.

Tu procrastinación podría estar motivada por un exceso de trabajo que ha llevado al agotamiento, y en ese escenario es natural posponer, ya que tus «baterías» necesitan recargarse. Si ese es el caso, dedica el tiempo necesario para recuperarte y volver a tu rutina productiva.

Si no es así, puede ser beneficioso regalar tu televisor, suspender tu suscripción a «Netflix» y aprender a decir «no» a tus amigos cuando te inviten a salir.

Descarta las distracciones que fomentan la procrastinación y reemplázalas con actividades que te impulsen a la acción, como:

a. Organizar tu espacio de trabajo: El orden ayuda a la claridad mental.

b. Tomar una ducha: La limpieza personal contribuye a la eficiencia.

c. Apagar el teléfono: La medida de tu éxito puede depender del tiempo que te desconectes del mundo exterior.

  1. EXCUSAS: Una excusa es la justificación de un comportamiento que podrías haber evitado, pero elegiste no hacerlo. Una razón influye en situaciones fuera de tu control.

A menudo es revelador escuchar a alguien decir: «Tuve un contratiempo personal y por eso llegué tarde», ya que la mención de «personal» puede ser un eufemismo para evadir más preguntas, cuando la realidad podría ser que simplemente se quedaron dormidos, salieron con retraso o no lo consideraron importante.

—¿Tu teléfono está funcionando? Pregunto. —Sí. —Entonces debes entender.

Estas personas pueden tener un gran valor humano y un propósito en la vida, siendo un regalo divino para el mundo, pero en el ámbito profesional pueden resultar poco fiables y prescindibles.

Al igual que «Thor» previo a su exilio, algunos necesitan un golpe de realidad para alcanzar su potencial.

Aquellos que habitualmente se excusan tienden a hacerlo consigo mismos con la misma facilidad. Es fundamental actuar con integridad antes de que sea demasiado tarde y se pierda la oportunidad de enmendar el rumbo, tal como sucedería si los dioses de «Asgard» decidiesen quitarte tu herramienta más valiosa.